
En un mundo dominado por el capitalismo cuyo objetivo principal es la acumulación de riquezas en las manos de unos pocos, los medios de comunicación no escapan a esta lógica de mercado y convierten a la noticia en una simple mercancía para obtener rentabilidad económica.
En la década del 20, los propietarios de los diarios tenían un solo objetivo: difundir sus ideas políticas. Sin embargo, con la caída del Muro de Berlín, el mundo comenzó a estructurarse bajo las leyes del sistema capitalista y los medios de comunicación se convirtieron en empresas en búsqueda de un rédito económico. Es decir, que con la llegada de la globalización y el flujo permanente de capitales, los mass media subordinaron la información al mundo del mercado y comenzaron a seleccionar las noticias de acuerdo a sus intereses económicos. En consecuencia las noticias, al ser productos que se venden en el mercado, deben ser atractivas para poder seducir y llamar la atención de los consumidores. Según José María Pasquini Durán, editor de página 12, la noticia se ficcionaliza para hacerla interesante por más que no lo sea.
Los medios de comunicación buscaron expandir sus mercados a través de suplementos y revistas especializadas. A su vez, las publicidades invadieron el mundo comunicacional y constantemente se incentiva a las personas a sumergirse en el consumo.
¿Cómo afecta todo esto a la sociedad?
Por un lado, los medios de comunicación son formadores culturales. Imponen modas, gustos, preferencias y estereotipos. ¿Cómo es posible que una adolescente le ruegue a sus padres que en vez de la fiesta de 15 le regalen una cirugía de aumento de senos? Los medios de comunicación a través del contenido de sus programas y publicidades han construido un estereotipo de lo que es la belleza y cómo debe ser la mujer perfecta.
Por otro lado, hay que recordar que la información es poder y la persona que disponga de ella va a estar más preparado para tomar decisiones o una postura crítica ante un hecho. Los pulpos mediáticos que surgieron en los 90 eliminaron la pluralidad de voces y generaron que la sociedad recibiera un mensaje único. Un mensaje compuesto de información seleccionada para favorecer los intereses de unos pocos. ¿De quienes son estos intereses? De empresarios que lo único que buscan es aumentar sus ganancias y reproducir un sistema que continúe beneficiando a sus bolsillos. Un ejemplo claro de esto es la actitud que tuvo Clarín frente al gobierno de los Kirchner. El gobierno permitió la extensión de la licencia de Canal 13 y la fusión de Cablevisión y Multicanal por lo que lo convertía en el mejor amigo de Clarín. Sin embargo, las fichas del juego cambiaron con el conflicto del campo. ¿Por qué? Por intereses económicos.
La pluralidad de voces y el intercambio de opiniones es fundamental en un país democrático. ¿Hasta qué punto hay democracia en un país en donde los medios son controlados por un puñado de poderosos que se dirigen a todos los ciudadanos? Como dice Galeano: “Nunca antes tantos hombres fueron mantenidos en la incomunicación por un grupo tan pequeño”.
En la década del 20, los propietarios de los diarios tenían un solo objetivo: difundir sus ideas políticas. Sin embargo, con la caída del Muro de Berlín, el mundo comenzó a estructurarse bajo las leyes del sistema capitalista y los medios de comunicación se convirtieron en empresas en búsqueda de un rédito económico. Es decir, que con la llegada de la globalización y el flujo permanente de capitales, los mass media subordinaron la información al mundo del mercado y comenzaron a seleccionar las noticias de acuerdo a sus intereses económicos. En consecuencia las noticias, al ser productos que se venden en el mercado, deben ser atractivas para poder seducir y llamar la atención de los consumidores. Según José María Pasquini Durán, editor de página 12, la noticia se ficcionaliza para hacerla interesante por más que no lo sea.
Los medios de comunicación buscaron expandir sus mercados a través de suplementos y revistas especializadas. A su vez, las publicidades invadieron el mundo comunicacional y constantemente se incentiva a las personas a sumergirse en el consumo.
¿Cómo afecta todo esto a la sociedad?
Por un lado, los medios de comunicación son formadores culturales. Imponen modas, gustos, preferencias y estereotipos. ¿Cómo es posible que una adolescente le ruegue a sus padres que en vez de la fiesta de 15 le regalen una cirugía de aumento de senos? Los medios de comunicación a través del contenido de sus programas y publicidades han construido un estereotipo de lo que es la belleza y cómo debe ser la mujer perfecta.

La pluralidad de voces y el intercambio de opiniones es fundamental en un país democrático. ¿Hasta qué punto hay democracia en un país en donde los medios son controlados por un puñado de poderosos que se dirigen a todos los ciudadanos? Como dice Galeano: “Nunca antes tantos hombres fueron mantenidos en la incomunicación por un grupo tan pequeño”.
Galeano
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